"Madame Récamier" J-L David. Museo del Louvre |
Juliette Récamier tenía 23 años cuando el más famoso y reputado pintor francés, Jacques-Louis David, la pintó en este cuadro de 1800.
Hija de una familia burguesa lionesa, se había casado a los quince años con un prestigioso banquero, que la llevó a ostentar la máxima elegancia entre la alta sociedad parisina, en la época del Primer Consulado francés y que le facultó para ofrecer un "salón literario" en su lujosa y frecuentada mansión, entreteniendo por ello a numerosos y prestigiosos personajes de la vida literaria y política de aquellos tiempos.
"Madame Récamier" es además de un óleo sobre lienzo, una pintura de estilo neoclásico, donde la modelo Juliette Recamier se presenta como el ideal de belleza femenina. La pintura es de diseño horizontal y la modelo está recostada sobre un sofá "claise longe", mostrando el delicado rostro y una mirada profunda que parece querer marcar distancia con el espectador.
Representada sin joyas, con el cuerpo reclinado, descalza y llevando un vestido sin mangas de estilo helénico o "imperio", Madame Récamier está adornada con una cinta que le ayuda al sencillo recogido romano.
Este famoso cuadro está inacabado y aunque se han presentado diversas teorías sobre la terminación de la obra, esta circunstancia ha permitido conocer mejor la técnica y pinceladas iniciales de su famoso pintor.
La representación del espacio en el cuadro, todo al descubierto, y la estancia casi vacía, donde destaca el reposapiés y candelabro estilo romano, son un ejemplo de la admiración y moda de aquellos momentos ante las excavaciones arqueológicas de Herculano y Pompeya.
Jacques-Louis David está considerado por algunos de sus trabajos, entre los que se encuentra “Madame Récamier”, como uno de los mejores y más reputados retratistas de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
El sensual y a la vez discreto cuadro "Madame Récamier" se encuentra desde el año 1826 en el parisino Museo del Louvre.
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