Territorios de los Estados Unidos de América en 1800 |
En 1800, los Estados Unidos de América eran una nación recientemente constituida, ya que habían transcurrido apenas 25 años desde que declararon la independencia del Reino de Gran Bretaña.
El “sabio y pensativo” presidente John Adams,(conocido abogado y destacado independentista), inauguraba una nueva residencia después de ocho años de construcción, la Casa Blanca. Esta residencia presidencial, estaba ubicada en una ciudad de calles rectas formando catorce millas de circunferencia, cerca del río Potomac (para dar a la ciudad una vía de comercio) y que había sido creada pocos años antes. Esta nueva ciudad era Washington que pasó a ser la sede del gobierno relevando a la ciudad de Filadelfia.
John Adams |
Muchos estadounidenses vivían en las grandes ciudades de la costa este (Baltimore con dieciséis mil habitantes, Norfolk con más de quinientas casas), lugares donde se habían establecido importantes puertos y donde se estaba desarrollando un comercio floreciente. Es allí donde se concentraba un gran número de emigrantes europeos (principalmente escoceses, irlandeses, franceses, alemanes y suizos), que por diversos motivos dejaban sus países y buscaban una vida mejor en este nuevo país.
Los periódicos españoles se hacían eco del destacado aumento de la población de este joven país, pues en diez años había crecido en más de un millón de habitantes y se situaba ya sobre los cinco millones de habitantes libres pues en cuanto al número de esclavos también se había incrementado su número, estando ya entorno al millón de personas.
Muchos de estos europeos que llegaban a las ciudades americanas trabajaban de criados para después de ahorrar por un tiempo, conseguir montar su propio negocio, que decían “cosa muy fácil en América”.
La gran afluencia de personas tuvo como consecuencia la superpoblación de algunas ciudades, lo que llevó a muchos de los habitantes a vivir en barrios humildes y mal ventilados con situaciones insalubres, donde en los sofocantes meses de calor se concentraban olores enrarecidos.
Las calles de las principales ciudades eran por lo general incómodas de transitar, debido a que la mayoría estaban sucias y sin empedrar, y donde muchos de los vecinos habían construido sus casas de manera arbitraria, según les había ido conviniendo.
El grueso de la población americana lo constituía una sociedad eminentemente rural. Muchos granjeros habían obtenido concesiones de tierra en distintos lugares improductivos y áridos tratando de convertirlos en lugares más fértiles. Cuando estos granjeros no conseguían producir lo suficiente en ese terreno, cambiaban su residencia recorriendo el territorio y buscaban un lugar más favorable para obtener ganancias.
“el deseo insaciable de ganar que posee a los americanos, que no tienen otro móvil para obrar que el dinero.”
En el estado de Virginia se encontraban grandes posesiones que eran trabajadas por un gran número de esclavos negros que sacaban de ellas crecidas rentas pero que estaban en manos de unos pocos propietarios blancos.
Estaba considerado el carácter de los estadounidenses de sencillo y cortés, de personas muy hospitalarias y alegres, aunque también se juzgaba que muchos ricos propietarios se dejaban hacer notar de excesiva ostentación.
En prósperas ciudades como Nueva York (que albergaba más de 20 mil ciudadanos y era la segunda más importante del país) o Boston, el entretenimiento más destacado era el teatro, representado la mayoría de las veces por compañías itinerantes (algunas provenientes incluso de Francia) que iban recorriendo distintas ciudades.
Junto al teatro, otras diversiones públicas eran la música y los bailes, las salidas campestres y paseos o actividades más sosegadas en las reuniones como las damas y el ajedrez.
Nueva York producía importantes cosechas de granos, poseía un destacado puerto, una industria y comercio en auge, con lo que consiguió desarrollar en su suelo grandes fortunas y se convirtió en el centro de la cultura y entretenimiento del país.
Es el año en que se funda la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en Washington (actualmente una de las mayores bibliotecas del mundo).
También es año de elecciones presidenciales, llegando en 1801 un nuevo presidente Thomas Jefferson. Bajo su mandato se compra a Francia el territorio de Louisiana, con lo que Estados Unidos duplicó su extensión.
Es el inicio de una importante extensión territorial y constitución de mayor superficie al oeste.
“Si esta progresión continúa 20 años, es imposible calcular cual será el influjo de los Estados Unidos en la balanza política”.
Este notorio aumento de población y del territorio, el incremento de la producción agrícola, de la milicia, del número de navíos mercantes y de la economía constituyen las bases de un progreso que se empieza a notar en este nuevo país y que lo llevará a transformarlo definitivamente en una potencia de primer orden.
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