Entre los años 1800 y principios de 1801 se esculpe una de las obras más importantes de la escultura neoclásica, y la más famosa de género heroico de su autor, hoy admirada por muchos de los que visitan los Museos Vaticanos.
Perseo con cabeza de Medusa, Museos Vaticanos |
El Perseo con cabeza de Medusa (Perseo triunfante) fue realizado por Antonio Canova cuando vuelve a Roma después de un viaje a Alemania y está inspirada en el famoso Apolo del Belvedere (que se ha considerado el perfecto ideal de belleza clásica).
Perseo según la mitología griega era un semidiós al que se le encargó (para quitarlo de en medio) la difícil tarea de entregar la cabeza de Medusa, una gorgona con cabellos de serpiente y que podía convertir en piedra a los hombres que la miraban a los ojos.
Canova representó en mármol un héroe en triunfo sereno después de la lucha con la Medusa, con una pose ligeramente ladeada (ligero contraposto) y casi desnudo llevando el casco de Hades (que le hacía invisible), las sandalias aladas de Mercurio y la hoz de adamantio (material mitológico y ficticio, considerado indestructible), junto a una capa que le cuelga del brazo. El héroe griego con su mano izquierda sostenía por los cabellos la cabeza cortada de la Medusa.
La escultura de Perseo con cabeza de Medusa está reconocida como una obra maestra y se encuentra actualmente en el Patio Octógono de los Museos Vaticanos. Poco más tarde de la ejecución de la escultura, hacia 1804, se realizó una segunda versión de esta obra para la condesa Valeria Tarnowska de Polonia, que actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
La producción del maestro Canova fue extensa y comprendió desde pinturas y dibujos a relieves pero son sobre todo sus renombradas esculturas neoclásicas en mármol, como el célebre Perseo de 1800, las que otorgaron reconocido prestigio y popularidad y las que le han dado desde entonces fama universal.
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