Cavanilles. Museo Nacional Bogotá. Colombia |
En 1800, el valenciano Antonio José Cavanilles y Palop, tenía 55 años y estaba considerado uno de los más prestigiosos botánicos europeos.
Este teólogo fundó, junto a otros destacados científicos, la revista (que se llamó durante los años 1799 y 1800) Anales de Historia Natural, cambiando su nombre en 1801 a Anales de Ciencias Naturales. Cavanilles publicó numerosos artículos en dicha publicación, donde aparecían además de estudios de botánica, otras ciencias como zoología, geología y medicina.
Una de sus obras más conocidas es Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia, que se publicó en dos volúmenes entre 1795 y 1797. En esta obra Cavanilles aportó numerosos datos y detalles de la historia natural, geografía y economía del territorio.
Este estudio sobre la naturaleza y la economía rural, de importancia para el Estado y el público en general, fue consecuencia del trabajo y dedicación de este incansable naturalista que durante veinte meses, examinó plantas, montes, cultivos, paisajes y conversó con sus gentes, para después publicar sus dibujos y notas.
Cavanilles tuvo, en aquellos tiempos, contactos con destacados hombres de la cultura y la ciencia, tanto nacionales como internacionales: Viera y Clavijo, Humbold, Willdenow o Bonplant (al que le dedica en 1800 el nombre genérico de una planta llamádola "bonplandia").
Para los botánicos la obra más importante de Cavanilles es un tratado donde clasificó e inventarió especies, algunas de ellas nuevas, procedentes de América y otros lugares por expediciones científicas: Icones et descriptiones plantarum quae aut sponte in Hispania crescunt aut in hortis hospitantur que publicó la Imprenta Real, en Madrid (entre 1791 y 1801) y estaba compuesto de seis volúmenes.
Cavanilles se doctoró en teología y realizó además estudios de filosofía y matemáticas, fue docente e instructor privado de la alta nobleza, y en 1801 fue nombrado director del Real Jardín Botánico de Madrid, cargo que ejerció hasta su muerte en 1804.
Dejó herbarios, dibujos, una importante biblioteca y numerosos manuscritos. Sus escritos estimularon a nuevas generaciones de botánicos.
Para inmortalizar a este ilustre naturalista valenciano desde la botánica se designa "cavanillesia", a una especie de árbol originario de Sudamérica. El Instituto de Biodiversidad y Biología Evolutiva de Valencia, lleva desde su fundación el nombre del prestigioso Cavanilles.
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