Taiwán, era conocida en 1800 como isla Formosa (hermosa), y se decía que fue llamada así por los portugueses por su "hermosura, aire puro, cielo sereno y agua excelente".
Isla Formosa junto a China, 1800 |
Su capital estaba considerada una de las más ricas y populosas de todo el imperio chino, configurada por casas de techos de paja y paredes de piedra. Había además en sus calles tiendas adornadas con las más bellas mercaderías: telas de seda, vasos de porcelana, obras barnizadas, objetos decorados, y donde no era menor el valor de la variedad de frutas que se ofrecían: naranjas, piñas, cocos y sandías (fruta que era muy apreciada en las mesas chinas).
Era curioso que en su capital, sus ordenadas calles en algunas épocas se cubrieran con toldos para protegerse del calor; además, esta isla considerada de gran valor, estaba protegida por una fuerte guarnición china.
Para el visitante era llamativo el uso de sillas para montar con bueyes que podían contener hasta tres personas.
Barco de Formosa, 1799 |
Sus habitantes eran corpulentos y bien dispuestos, de color cetrino y cabello liso, pero mientras los niños llevaban el cabello corto; siendo adultos, se lo dejaban tan largo que les caía sobre los hombros. Las mujeres eran pequeñas, gruesas y robustas, y desde niñas se dejan el pelo largo.
Era común que algunos hombres vistieran un pedazo de tela que les rodeaba el cuerpo desde la
cintura hasta las rodillas, aunque los habitantes del norte de la isla
tenían vestidos de pieles. Eran aficionados a adornar sus cuerpos con pendientes y brazaletes de cuentas y plumas de aves. Y entre los hombres los tatuajes en los cuerpos era señal de distinción.
De vida sencilla, la mayoría de sus habitantes basaban su alimentación en el arroz, y de extraordinario completaban su dieta con animales de la caza o la pesca.
Esta vida tan sencilla que exitía de la antigua isla Formosa, tiene hoy poco que ver con la imagen actual, donde ahora vemos impresionantes rascacielos y que siempre tenemos presente cuando vemos una etiqueta "made in Taiwán", en cualquiera de los múltiples productos electrónicos que hay en nuestras casas.