Con todo lo que está
“cayendo” en nuestro país no he podido evitar acordarme de organizaciones como las Sociedades
Económicas de Amigos del País. Estas entidades eran organismos reglados en sus
estatutos por el gobierno, y tenían como principal finalidad el desarrollo
económico.
¡Que bien nos vendrían
ahora!
Empezaron a aparecer en España en la segunda mitad del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III, siendo el Conde de Peñaflorida, uno de los principales impulsores de la primera de estas, la Sociedad Bascongada de Amigos del País - Como se ve viene de antiguo que en el norte de España se preocuparan por desarrollar su economía -. Ya en el reinado de Carlos IV, en 1800 se contaban en la prensa la presencia de más de 50 sociedades.
Estas sociedades tenían como
principios “adelantar la agricultura, fomentar la industria, establecer
fábricas y extender el comercio todo lo posible” y además dieron gran importancia a la cultura. Estaban
interesadas en darle un impulso económico a España, y lo hacían a través de
la concesión de diferentes premios. Entre otras acciones fomentaban el plantío de olivos, la producción
de aceite de cacahuete, la eliminación de la avena loca o ballueca, el aumento
de la cría de ganado (lanar, vacuno y caballar), la producción de hilo y seda de calidad o
el aprendizaje en diversas ocupaciones para los jóvenes.
Algunas solían realizar
exposiciones sobre máquinas, modelos y planos.
En España, durante los años
1800-1801, destacaban entre otras, la
Sociedad de Amigos del País de Valencia, la Real Sociedad Aragonesa, la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid, la Real
Sociedad Económica mallorquina, la Real
Sociedad Económica de Segovia y la Real Sociedad Económica de Sevilla.
Alegoría de las Bellas Artes exaltando a la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País (Autor: Fray Manuel Bayeu) |
No cabe duda que estas
sociedades fueron un impulso a la economía, la industria, la educación y el
comercio de las zonas donde estuvieron implantadas, sirviendo como instrumentos
de difusión de los conocimientos y avances que existían en otros países mediante
la realización de exposiciones de temas de interés en público y traduciendo
obras extranjeras.
¿No os parece que nos vendrían bien un poquito de ese espíritu reformador para una economía y sociedad "bloqueada" como la actual?
No hay comentarios:
Publicar un comentario